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Para todos: una metodología de escucha creativa

Hacerse oyente activo es formar parte de un proceso creativo que no tiene fin, vivir una aventura emocional, cognitiva y espiritual llena de retos y también de múltiples recompensas, escuchemos con corazón y conciencia y veamos qué ocurre.

El filósofo y escritor George Balan, fundador de Musicosophia, creó un método único para darle a los amantes de la música la posibilidad de escucharla de forma activa y comprenderla con claridad y profundidad.
Esta experiencia enriquece profundamente al oyente, ayudándole a vivir mejor en su día a día, en sus relaciones con los demás y a encontrar un camino hacia su propio Ser.

 

El método de escucha consciente consta de cuatro pasos:

  1. Primeras impresiones con la música
    Después de la primera escucha de una obra se reconocen las primeras impresiones que despierta en el oyente: emocionales, estéticas, intelectuales y espirituales. Es una primera toma de conciencia de la atmósfera de la obra musical, donde se recogen las vivencias.

     2. Escucha repetida y reflexión sobre lo escuchado


Se realiza una escucha más atenta de la misma obra, se repite de forma concentrada y gradual la escucha de cada parte de ésta. Se van clarificando así fácilmente los elementos musicales que la componen, así como la comprensión del orden interno que le da forma. Se llega al sentido profundo de la obra al identificar y reflexionar sobre los procesos humanos y musicales que se presentan.

    3. Representación creativa 
Las impresiones de la obra escuchada se representan con mayor claridad por medio de sencillos movimientos con las manos (parecido a un director de orquesta). Así se exploran, se expresan y se dibujan creativamente las melodías y el orden que las agrupa. Con ello se puede comprender el pensamiento musical.

   4. Interiorización de la música
La escucha repetida, concentrada y clarificada con nuestras manos, sensibilidad y lucidez es ahora meditada, contemplada. Como oyente podrás integrar en tu mundo interior la obra musical, convirtiéndola en un canto interior, en una referencia espiritual.

Los profesores de la Escuela Internacional de Musicosophia guían al alumno a través de un proceso gradual de sensibilización que le permite explorar todas las dimensiones de su mundo interior a la luz de la conciencia musical.

El método de Musicosophia fomenta:

  •  Una sensibilidad hacia el arte y la vida en general.
  • Una comprensión de procesos corporales, mentales, emocionales y espirituales interiores.
  • El reconocimiento de lo esencial dentro de apariencias complejas.
  • El gozo en la belleza, la creatividad y el estado de presente.
  • La valoración de la escucha musical como una posibilidad de iniciar un camino de transformación personal.

En el proceso de la escucha consciente aparecen múltiples relaciones con situaciones vitales propias del oyente. Este ya no es un receptor pasivo, sino una parte del proceso creativo que comienza con el compositor y que, a través del intérprete, alcanza su meta con el oyente consciente.