Descubrí Musicosophia en 2007, en Alcorcón (Madrid). Desde entonces sigo aquí. Su metodología me cautivó: ¿la música se acercaba a mí o yo a ella? La manera tan orgánica y natural de sintonizar música y ser me hizo quedarme y desear aprender más sobre esta delicada y profunda forma de escucha… ¿de la música, de la vida, o de ambas? Desde entonces me acompaña en lo personal y en lo profesional.
Con el tiempo quise compartir esta nueva forma de escuchar y sentir con la infancia. Desde 2012, gracias a nuestra amiga Pilar —que nos unió a todos y fue el motor del grupo pedagógico— comenzamos los primeros talleres de Musicosophia para niños. Gracias por creer en nosotros. Aquí seguimos.