Nací en Irun y la música ha sido parte de mi vida desde niña. Empecé a estudiar solfeo y piano, y poco a poco fui desarrollando mi carrera musical. También estudié magisterio, aunque aún no sabía que la pedagogía sería mi vocación. Terminé la carrera de piano a los 25 años y comencé a trabajar como profesora, primero en una escuela de música y luego en un colegio.
Durante muchos años busqué la manera de acercar la música clásica a los niños de manera lúdica, hasta que encontré Musicosophia. Mi primer contacto fue un taller pedagógico impartido por mis compañeros Josefa Marugán y Patxi Villanueva en San Sebastián en 2010. Ese mismo año me incorporé al Curso de Formación en Madrid con Hubert Pausinger. ¡Nunca olvidaré mi primera impresión! No solo encontré un excelente recurso pedagógico, sino también un camino de crecimiento personal bellísimo.
Me di cuenta de que, en toda mi carrera musical, nunca había escuchado música con tanta profundidad. ¡Fue un flechazo! Desde entonces me dedico a descubrir y transmitir los secretos de la música; cada obra es una oportunidad para la contemplación y un puente hacia el alma.
Mi experiencia con Musicosophia y los niños a lo largo de estos años ha sido preciosa y muy enriquecedora. Musicosophia ha marcado mi vida y pertenezco a un grupo de amigos que crece con la escucha consciente. Soy instructora desde 2014, uno de los caminos más apasionantes que he tomado y que más me han ayudado a crecer.